La Policía desalojó la de Pozuelo y la de Puerta de Toledo cerró antes para que los jóvenes no pudieran llevar a cabo la protesta.
Los estudiantes se encuentran estos días en plena temporada de exámenes.
Son días de café, dormir poco y, en muchos casos, quedarse hasta altas
horas de la noche delante de un libro. Y, como siempre ha ocurrido,
muchos de ellos van a la bibliotca de su facultad o su barrio. Pero este
año lo van a tener más difícil, pues los recortes tambíén llegaron a las bibliotecas y muchas de las que antes abrían 24 horas ahora cierran a medianoche.
Para protestar contra esta medida, y al menos conseguir una noche de estudio, varios grupos de jóvenes madrileños decidieron ocupar las bibliotecas bajo el lema: "¡Ni nos dejan trabajar ni nos dejan estudiar!".
Durante
la noche del martes varios grupos se dirigieron a las bibliotecas
públicas de Pozuelo, Iglesia, Retiro y Pedro Salinas de Puerta de Toledo
con la intención de, cuando llegara la hora del cierre, forzar la
apertura y permanecer allí toda la noche estudiando.
Como explicaba Mikel Revuelta, uno de los portavoces del colectivo que
fue a la biblioteca de Puerta de Toledo, "los ritmos de la juventud no
nos permiten tener otros horarios y muchos necesitamos estudiar por la
noche". Y añadió que "es una barbaridad que la Comunidad de Madrid deje a
los estudiantes sin espacios donde estudiar en época de exámenes".
Los jóvenes que intentaron ocupar la de Pozuelo fueron los peor
parados. Cuando llegaron las 21.00 horas y tocaba cerrar la biblioteca,
anunciaron su intención de permanecer allí. Pocos minutos después acudió
la Policía, según relata Ignacio Martín, allí presente. Los estudiantes
en ese momemnto dijeron que de allí no se movían y trataron de negociar
pero el mensaje de los agentes fue claro: "De la biblioteca salís por vosotros mismos o detenidos". Ante la impotencia, poco antes de las 23.00 horas los jóvenes se retiraban.
Mientras,
en la biblioteca de Puerta de Toledo, el colectivo de jóvenes que
pretendía llevar a cabo la protesta llegó poco después de las 23.00
horas y se encontraron con una sorprendente noticia del guardia de
seguridad: la Comunidad de Madrid ordenó que a partir de las las 23.00 no entrara nadie y sólo los que estuvieran dentro ya podían permanecer hasta la 1.00.
Entonces, decidieron colocarse delante de la puerta, pancarta en
mano, y leer un comunicado en el que se preguntaban: "¿Quién pagará la
crisis? ¡Los jóvenes! ¿Quién trabajará hasta morir? ¡Los jóvenes! ¿Quién
llenará las colas del paro? ¡Los jóvenes!... Podría ser el estribillo
de la canción del próximo verno, pero no. Queremos estudiar y no nos dejan".
En los centros de Iglesia y de Iglesia sí pudieron pasar la noche estudiando.
Su protesta había sido apoyada también por la plataforma para la
creación del COABDM (Colegió profesional de Archiveros, Bibliotecarios y
Documentalistas de Madrid).
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