lunes, 9 de enero de 2012

P.M. Sweezy: El problema del valor cuantitativo.

1.  Introducción
         Marx, en el capitulo de “Las mercancías”, de su libro El Capital, estudia la relación económica de cambio y analiza la producción simple de mercancías. Es aquí donde surge el problema del cambio.
Por ejemplo, Adam Smith dice que el cambio se liga a la división del trabajo, es decir, dice que el cambio es anterior a la división del trabajo y causa de ella.
Así, la producción de mercancías es la forma universal e inevitable de la vida económica; la ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías. Marx, por otra parte, no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo, pero no se trata de la firme y rígida relación que asegura Smith. En otras palabras, la producción de mercancías no es la forma universal e inevitable de la vida económica, sino que es una de las formas posibles.
Las tareas de la economía política no son solo cuantitativas, sino también cualitativas. En el caso del valor de cambio, existe la relación cuantitativa entre productos y ocultos detrás de ella, hay una relación específica, históricamente condicionada. Marx acepta estos dos elementos del problema, sin embargo dice que a ello se debe la dificultad que experimentan para entender esa teoría los que han sido educados en la tradición principal del pensamiento económico.
2. Valor de uso
Según Marx, todas las mercancías tienen un doble aspecto, el de valor de uso y el de cambio.
Sin embargo, se excluye el valor de uso de la esfera de investigación de la economía política ya que no da cuerpo a una relación social. Esto contrasta con el punto de vista de la teoría económica moderna. Por ejemplo, Lionel Robbins dice que el valor de uso o utilidad ocupa una posición central entre las categorías de la economía política.
El valor de uso es prerrequisito del consumo y como lo observa Petra, no está excluido por Marx de la cadena causal de los fenómenos económicos.
3. Valor de cambio
Con el valor de cambio, las mercancías exhiben su característica única, como es la calidad.
El valor de cambio aparece como una relación cuantitativa entre cosas, pero ¿en qué sentido ha de ser concebido como una relación social y como una materia adecuada a la investigación del economista? Marx dice que el valor de cambio es una forma exterior de la relación social entre los propietarios de mercancías. Los productores individuales trabajan en realidad los unos con los otros.
Importante es decir que el concepto de valor de cambio se explica solo cuando las mercancías están presentes en plural. Para Marx, una mercancía es un simple valor y como valor, se distingue por dos características, una es la división del trabajo desarrollada y la otra es la producción privada.
4.Trabajo y valor
Marx considera el trabajo como el “valor que yace oculto detrás” del valor de cambio. Sin embargo, el trabajo también tiene dos aspectos, el valor de uso y el valor de la mercancía que produce.
Cuando hacemos de un producto un valor de uso, lo llamaremos “trabajo útil”.
El valor de una mercancía representa trabajo humano abstracto, así lo que el valor de uso es al valor en el caso de la mercancía, el trabajo útil es al trabajo abstracto en el caso de la actividad productiva.
5.     Trabajo abstracto
Para Marx, en el trabajo abstracto se pasan por alto todas las características especiales que distinguen una clase de trabajo de otra, es decir, “trabajo abstracto” es lo común a toda actividad humana productiva.
La reducción de todo trabajo a un común denominador no es una abstracción arbitraria dictada por el capricho del investigador. Sino que es, según Lukacs, una abstracción que pertenece a la esencia del capitalismo. La sociedad capitalista se caracteriza por un grado de movilidad del trabajo mucho mayor que en cualquier forma anterior de la sociedad.
En estas circunstancias, las diferentes clases específicas de trabajo que existen en un momento dado y las cantidades relativas de cada una vienen a ser cuestiones de importancia secundaria. Más importante es el volumen total de la fuerza de trabajo social y su nivel general de desarrollo. De ellos dependen las potencialidades productivas de la sociedad.
En conclusión, la reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y de cuya magnitud y desarrollo depende la capacidad productora de riqueza de la sociedad.
6.     La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor
 Una mercancía parece ser un artículo útil que ha sido producido por el trabajador. Esto es correcto, pero la investigación revela que la mercancía en cuestión absorbe una parte del total de la fuerza del trabajo disponible en la sociedad. Es esta característica lo que hace de la mercancía la categoría central de la economía política.
Tanto la significación básica como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo son determinadas por el análisis cualitativo.
Una mercancía absorbe una parte del total de la actividad productora de riqueza de la sociedad. La tarea central de la teoría del valor cuantitativo surge de la definición el valor como magnitud.
Los dos conceptos, “trabajo socialmente necesario” y “trabajo simple”, que han estado al frente de casi todos los ataques a la economía política de Marx, pertenecen al aspecto cuantitativo de la teoría del valor.
7.     El carácter fetichista de las mercancías
Solo cuando la producción de mercancías adquiere un desarrollo alto y una difusión grande, el fenómeno de la materialización de las relaciones sociales adquiere importancia decisiva. Esto ocurre en las condiciones de un capitalismo relativamente avanzado. El productor individual trata con su prójimo solo a través del mercado, donde los precios y las cantidades vendidas con las realidades sustanciales y los seres humanos no son más que sus instrumentos. Estas cantidades varían de continuo, independientemente de la voluntad de los productores.
Este es un estado de la sociedad en que el proceso de la producción tiene dominio sobre el hombre en lugar de ser controlado por él.
El orden social se convierte, según la adecuada expresión de Lukacs, en una “segunda naturaleza”. Así, la aplicación de las ideas y los métodos de la ciencia natural a la sociedad es uno de los rasgos más notables del período capitalista. Las características de la producción de mercancías y su conexión con las doctrinas afines de la ley natural y el automatismo social, son brillantemente esclarecidas por la teoría del Fetichismo de Marx.
La materialización de las relaciones sociales ha ejercido una profunda influencia en el pensamiento económico. En primer lugar las categorías de la economía capitalista han sido consideradas inevitables categorías de la vida económica. En segundo lugar, la atribución de poder independiente a las cosas no es en ninguna parte más clara que en la división tradicional de los “factores de producción”.
La forma de producción de mercancías constituye el velo más eficaz posible para ocultar el verdadero carácter de clase de la sociedad capitalista.
Al considerar las formas capitalistas como naturales y eternas, admitimos la apariencia como verdadera representación de las relaciones sociales. Solo mediante un análisis crítico de la producción de mercancías, podemos ver con claridad el carácter históricamente relativo de la justicia capitalista y de la legalidad capitalista. Este ejemplo, muestra que la doctrina del Fetichismo tiene implicaciones que rebasan los límites de la economía política y del pensamiento económico.
El desarrollo de la producción de mercancías bajo las condiciones del capitalismo exhibe, una intensa racionalización de sus procesos parciales y una creciente irracionalidad del funcionamiento del sistema como un todo.
Para concluir, es conveniente decir que la teoría del valor cualitativo en la doctrina del Fetichismo de la Mercancía, es el primer paso en el análisis marxista del capitalismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario